martes, 30 de octubre de 2012

Charla Marta Leonor

La pasada clase de escritura creativa recibimos una charla de una poeta procedente de Nicaragua, Marta Leonor González, muy reconocida en su país, no tanto por las obras que ha sacado a la luz, sino por el tema de las mismas, y con esto quiero empezar mi opinión sobre su "conferencia".

Desde el primer momento se apreciaba que la autora intentaba transmitir a toda la clase una especie de espíritu que nos ayudara a comprender lo que para ella significa la poesía y que así, de algún modo, las personas que la escuchábamos sintiéramos lo mismo que ella, nos inmiscuyéramos en su mundo de poeta, lo que terminó de demostrarse con una situación un tanto curiosa que procederé a comentar más adelante.

La parte de la charla que me pareció más interesante y que merece la pena destacar es el principio de la misma, en la que la poeta nos contó la importancia que para los poetas de su generación ha tenido la historia de su país, en especial una dictadura, de 1934 a 1979, conocida como Somocismo, y que desde luego marcó el carácter de los escritores del país, al haberla vivido tan de cerca. Desde luego, ella es una gran protagonista si hablamos de lo que puede llegar a marcar la situación de un país en el carácter de la persona, y, como consecuencia, en sus escritos, no en vano Marta Leonor es conocida como "la poeta de la ira", por el fuerte sentimiento y fuerza que transmiten sus escritos, aparte de la tematología que trata.

En cuanto al tema que más nos interesa, el de la poesía sin más, llevó a cabo varias afirmaciones sobre lo que en su opinión es un poeta. La que me llamó la atención sería aquella que, sin acordarme exactamente de las palabras exactas que utilizó, viene a decir que para ser un poeta no hay tanto que tener un gran talento como una gran capacidad de esfuerzo, sacrificio y superación. Respecto a esta afirmación me gustaría comentar que, si bien la capacidad de trabajo y esfuerzo, como todo en la vida, es realmente necesaria para evolucionar, sí que se necesita "algo" que te diferencie de los demás para hacer alguna obra que marque la diferencia por ejemplo.

Por último comentar que la poeta acompañó su exposición de diversos vídeos, siendo especialmente interesante aquel en el que se podían leer distintas frases de poetas reconocidos definiendo lo que para ellos era la poesía. Como opinión más generalizada sobre la charla, tengo que reconocer que se me hizo en algunos momentos somnífera, fue demasiado intermitente, con momentos interesantes, como el principio ya destacado que quizá me interese a mí en especial por ser estudiante de historia, y momentos más aburridos, como la segunda hora, bastante pesada a mi parecer. Como anécdota, destacar el momento en el que, cual cantantes de gospel, nos hizo ponernos en pie y autoanimarnos, con abrazos a los compañeros incluidos. Sinceramente creo que esta parte sobraba.


A continuación voy a copiar un poema que, observando la obra de la autora, me ha gustado en especial:

No está

Qué de mí
si en mi cama se extiende
enrollada en mi cuello
absorta de delirios
con sus esmeraldas me mira.
No es el ungido escorpión
en el lecho entre horas,
no está. Se retuerce
me ataca con el flagelo
de su cola.
Escamosa va 
repta, serpentea
fluctúa en serpentín
y en retroceso arremete
en azotaína con artilugios y añagaza.

martes, 23 de octubre de 2012

Imagen

Juan se encontró con Fabianna, como habían acordado, a las 15:00 en el Paseo de la Estación. La bella brasileña acudía radiante a la cita, como casi siempre: vestía unos pantalones vaqueros que hacían juego con una bonita camisa azul, y unos pequeños tacones que resaltaban su esbelta figura. Casi igual a como había acudido a esa primera cita, de la que justo este día hacía un año.
El chico le llevaba proponiendo desde hace un tiempo que fueran a un restaurante que se acababa de abrir en el centro de la ciudad. Sus amigos le habían hablado muy bien del sitio y él estaba deseando aprovechar la mínima oportunidad para acudir.

Así pues, entraron y lo primero que se encontraron ya les llamó muchísimo la atención: se trataba de una especie de salón de tamaño medio, cuya decoración destacaba por lo recargada que era, lucían cabezas de animales como toros o ciervos disecadas, y el poco espacio que dejaba esta grotesca imagen en la pared central era rellenada por cuadros de dudoso gusto. A los lados la cosa no mejoraba, ya que aparecían varios carteles gigantes con publicidad al estilo americano, muy toscos y que no tenían nada que ver con  la personalidad del restaurante, que parecía más bien de comida variada, como después comprobarían al leer la carta.

Poco cambió la opinión de los dos protagonistas mientras continuaron en el restaurante. Para empezar, fueron atendidos tarde y mal, parece ser que el número de personal no era el adecuado, entre otras cosas porque sentían como no eran ellos los únicos que se estaban sintiendo mal atendidos y cuya cara expresaba que no lo estaban pasando como pensaban en un principio. En ese momento Juan se acordó de lo bien que sus amigos le habían hablado del restaurante: - Ya verán cuando les coja por banda, expresó ligeramente hastiado. - Igual es simplemente un mal día, mencionó Fabianna.

La comida terminó al menos de una forma que palió en cierta medida el resto del tiempo pasado en el interior del restaurante, ya que el postre, la especialidad de la casa, consiguió mejorar todos los platos anteriores.
Aún así, Juan y Fabianna tenían claro que no iba a ser ese un lugar al que volver para tener una comida tranquila y agradable.

domingo, 14 de octubre de 2012

Personaje

- ¿Dónde ha nacido? En Belfast (Irlanda del Norte)

- ¿Qué tipo de familia ha tenido? Se trata de la típica familia de Irlanda del Norte, humilde y trabajadora, que ha tenido que trabajar duro para salir adelante.

- ¿Sus padres le querían? Sus padres fueron en todo momento un ejemplo para él, le dieron todo lo que estaba en sus manos, sin embargo, diversos conflictos significaron el fin de las relaciones con su padre.

- ¿Qué calificaciones sacaba en el colegio? Sus notas como alumno eran medias, no destacaba, se puede decir que tenía más capacidad de la que mostraba.

- ¿Qué libros leía de pequeño? De todo tipo, en especial novelas de autores ingleses del siglo XX. 

- ¿Cómo es físicamente? Alto, desgarbado, su origen irlandés se ve fácilmente debido a un pelo rojizo que destaca sobremanera. Suele dejarse barba.

- ¿Siempre ha sido igual o ha cambiado mucho con los años? Las experiencias que ha tenido de joven han ido marcando su carácter, que ha cambiado bastante con el paso de los años.

- ¿Cómo son sus ojos? Sus ojos son de un color castaño claro, grandes y profundos, resulta complicado aguantarle la mirada por mucho tiempo.

- ¿Tiene defectos físicos? Destacables, de ningún tipo.

- ¿Tiene traumas psicológicos? La coyuntura social de la que tuvo que ser partícipe por el simple hecho de vivir en Belfast le ha dejado grandes marcas psicológicas.

- ¿Qué religión practica? Es protestante, y más concretamente sigue la rama del presbiterianismo.

- ¿Está casado? Y si es así ¿con quién? No está casado.

- ¿Tiene represiones sexuales? ¿Cuáles? No tiene ninguna clase de represión sexual.

- ¿Sus viajes son largos o cortos? Largos, no en vano suele cruzar el océano cada vez que coge un avión.

- ¿Cómo va vestido? Normalmente no se complica demasiado, y elije unos pantalones vaqueros un tanto desgastados, unas zapatillas cómodas y una camiseta holgada.

- ¿Qué color es su preferido? El negro.

- ¿Qué le gusta comer? Le gusta mucho el pescado, quizá por haberse criado en una comunidad que tiene el mar como referente. Sin embargo, la comida típica irlandesa no le atrae.

- ¿Qué música escucha? De todo tipo, sus preferencias se centran en el rock y estilos derivamos de éste.

- ¿Baila? ¿Qué? Nunca se ha sentido atraído por el baile.

- ¿Es una persona apasionada? Es más bien frío, le cuesta mucho mostrar sus sentimientos a otras personas.

- ¿Qué busca en la vida? Nada especial, simplemente encontrar un trabajo estable y una mujer con la que formar una familia, ninguna de esos dos objetivos los ha encontrado hasta ahora.

- ¿A qué persona quiere más? A su madre, sin lugar a dudas.

- ¿La gente le quiere? No tiene muchos amigos, pero los que tiene son desde luego grandes personas que le valoran como es debido.

- ¿Huele bien? Aunque no hace mucho hincapié en su higiene personal, sí, huele bien.

- ¿Hace ejercicio? ¿De qué tipo? Hace ejercicios caseros, como flexiones, para no perder la forma del todo, al no poder dedicarle más tiempo al deporte debido al trabajo.

- ¿Es melancólico o risueño? Es una persona melancólica, le cuesta socializarse.

- ¿Cuál es su animal preferido? El perro, a lo largo de toda su vida ha ido acompañado de uno de ellos, y tiene un especial recuerdo por el que tenía de pequeño en Irlanda.

- ¿Duerme bien? Descansa bien, duerme lo justo para estar descansado de cara al trabajo, le gusta acostarse tarde.

- ¿A qué hora se levanta? Se levanta cada día a las 8 de la mañana.

- ¿En qué trabaja? Es taxista, un trabajo que le agota, pero del que goza bastante.

- ¿Cómo se gana la vida? El trabajo de taxista no le da para vivir nada holgado, y en ocasiones se ve obligado a realizar actos delictivos para conseguir un dinero extra.

- ¿Cómo acabará su vida? Nunca conseguirá sus objetivos, los de establecerse de una forma definitiva, cambiará su residencia en bastantes ocasiones; se da cuenta de que es una persona que no puede quedarse en un mismo lugar por mucho tiempo.



Henry nació en Belfast en 1970, en el seno de una humilde familia protestante, y en uno de los barrios más decadentes de la ciudad, entre medias de serios conflictos sociales, debido a que para entonces el IRA o Ejército Republicano Irlandés estaba en su mayor apogeo. Su padre trabajó durante toda su vida en el astillero, mientras que su madre regentaba una pequeña tienda de barrio. En su casa esa lucha independentista caló de una forma muy honda, y a medida que nuestro protagonista iba madurando e iba viendo  el decadente futuro que le esperaba si se quedaba allí se iba dando más cuenta de que tenía que escapar de esa realidad sí o sí. A la edad de 20 años, en cuanto hubo acabado sus estudios, y con la reprobación de su padre, cogió uno de los aviones que cruzaban el charco y emigró a América. Allí tuvo bastante suerte, ya que conoció a numerosos irlandeses que habían tomado su misma decisión y que en un principio le acogieron, durante los primeros meses de su aventura. Se estableció en la ciudad de Boston, y allí pronto comenzó a ejercer como taxista, un trabajo perfecto para él, ya que no necesitaba de ninguna formación previa.